YAMAHA XVS 650A

Si un vendedor intentara convencernos de las bondades de una moto de 230 kilos y 40 caballos de potencia, probablemente lo mandaríamos a freír espárragos. En pleno siglo XXI, esta relación peso-potencia se nos antojaría inaceptable.

Pero, ¿qué sucedería si tras su explicación el vendedor nos enseñara la Yamaha XVS 650A Drag Star Classic? Entonces, con toda certeza, nuestra actitud cambiaría al quedarnos embobados por una de las custom más bonitas de los últimos años... De hecho, no es descartable que, a partir de entonces, incluso los 230 kilos de la moto nos llegaran a parecer una cualidad positiva. Y es que el mundo de las custom es así.

¿Efectividad pura? ¿Manejabilidad? ¡Tonterías! Una custom tiene que ser, ante todo, bonita y llamativa. Y si eso implica que tiene que arrastrar mucho hierro –cromado, por supuesto– pues bienvenido sean esos kilos suplementarios. Buena parte de la tara de la Drag Star procede del motor. Con un aleteado sobredimensionado y una gran tapa de filtro de aire se logra que parezca mucho mayor de lo que es.

En realidad, no es casualidad que no aparezca referencia alguna de su cilindrada en la carrocería. Para todo aquel que vea la moto por vez primera, no habrá duda: se trata de una 1.100. Pero tanto yo como usted, querido lector, sabemos la verdad. Y en este caso, lo cierto es que tan sólo hay 649 centímetros cúbicos y 40 caballos de potencia.

¿Suficiente? Rotundamente sí, porque, como suele ser habitual en este tipo de motos, se ha querido, por encima de cualquier otro objetivo, que la Drag Star tuviera bajos de tractor. De ahí que, una vez insertada la primera velocidad, los kilos de la Yamaha se arrastren con sorprendente facilidad, pues la motricidad del propulsor resulta envidiable.

En vías rápidas, por supuesto, no sobra potencia, pero la postura de conducción –el cuerpo queda totalmente expuesto al viento– impide que añoremos una mecánica más poderosa. ¿Para qué queremos ir a más de 130 de crucero (lo ideal en esta moto) si, a la que apretamos un poco más, las turbulencias de aire nos destrozan el cuello sin piedad?

En ciudad, por su parte, la Drag Star se muestra algo torpona en las maniobras a baja velocidad. El ancho manillar, de todas maneras, ayuda a minimizar los problemas derivados de una distancia entre ejes muy larga y el particular lanzamiento de la horquilla.

Unas características que, por otro lado, proporcionan a la Yamaha una buena estabilidad en carretera (sólo en firmes bacheados, el corto recorrido del cantilever trasero sin progresividad provocará ciertos rebotes que obligarán a bajar el ritmo).

Para los amantes de este tipo de motos, también serán bienvenidas las enormes plataformas sobre las que apoyar los pies y el cambio con talonera. Este selector, por cierto, nos ha parecido bastante lento, aunque, por otro lado, se supone que a los usuarios de estos modelos les importa un pimiento la rapidez del cambio. El hecho de que la Drag Star incorpore una sistema de transmisión por cardán –sin mantenimiento– certifica esta última apreciación.

Ficha técnica

MOTOR: Bicilíndrico de cuatro tiempos refrigerado por aire.

CILINDRADA: 649 centímetros cúbicos.

POTENCIA: 40 caballos.

CAJA DE CAMBIOS: Manual de cinco marchas.

VELOCIDAD: 155 kilómetros por hora.

CONSUMO MIXTO: 7 litros cada 100 kilómetros.

Valoración

VIRTUDES: Estética muy cuidada. Bajos del motor. Estabilidad.

DEFECTOS: Manejabilidad a baja velocidad. Escasa protección aerodinámica.